NGC 891 es una galaxia espiral que se encuentra casi perfectamente de perfil hacia nosotros, destaca su apariencia alargada.
Una densa banda de polvo se extiende a lo largo de su disco. A primera vista, se observa un disco galáctico delgado y plano, acompañado de un bulbo central dividido en dos por la región de polvo oscuro. Esta galaxia parece dividida en dos mitades por la presencia dominante de polvo y gas, los viveros estelares donde nacen nuevas estrellas y que también actúan como velos que ocultan las estrellas que se encuentran detrás. Los procesos de nacimiento estelar tienden a ocurrir con mayor frecuencia en el plano de las galaxias espirales, donde el gas y el polvo proporcionan el ambiente propicio, una característica compartida por nuestra propia galaxia y otras de su tipo.
NGC 891, ubicada a aproximadamente 9.8 megapársecs (alrededor de 32 millones de años luz) de distancia de la Vía Láctea en la constelación de Andrómeda, se presenta como una galaxia espiral majestuosa.
Contemplar NGC 891 invita a la reflexión sobre la posible similitud con nuestra propia Vía Láctea, casi como si estuviéramos ante una versión en miniatura. A medida que exploramos el vasto cosmos, surge la revelación de que sus componentes y estructuras son sorprendentemente homogéneos e isótropos en términos generales. Este recordatorio nos sumerge en la comprensión de la coherencia fundamental que subyace en la diversidad aparente del Universo, donde patrones y procesos similares se manifiestan en escalas cósmicas.
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