El cráter Tycho es una formación impresionante en la Luna que se destaca especialmente cuando se observa desde un ángulo bajo de iluminación solar. Con 85 km de diámetro y una profundidad considerable, presenta una altura vertical del borde del cráter sobre su punto más profundo de 4,8 km. Las terrazas interiores que descienden desde el borde hasta el suelo central son espectaculares, y el macizo montañoso central alcanza una altura de 1,6 km sobre el suelo del cráter. Durante ciertas fases lunares, cuando el relieve interior desaparece, Tycho se convierte en un disco blanco con un anillo brillante que marca el borde del cráter y una montaña central igualmente brillante, rodeada por un halo oscuro. Además, Tycho está asociado con un magnífico sistema de rayos que se irradia a través de gran parte de la cara visible de la Luna. Estos rayos están compuestos por una fina capa de material eyectado, principalmente perlas de vidrio, esparcidas por la Luna.
Los cráteres con sistemas de rayos como Tycho habían desconcertado a los selenógrafos durante mucho tiempo. Sin embargo, ahora sabemos que fueron generados por la explosión de impacto que creó cada cráter principal. A lo largo de cientos de millones de años, los rayos se desvanecen debido al efecto del bombardeo del viento solar, los impactos de micrometeoritos y la "batida" de la capa superior del suelo lunar. La evidente rareza de los grandes cráteres con sistemas de rayos sugiere que hace mucho tiempo que ningún meteorito de gran tamaño golpea la Luna. Tycho se considera el cráter más joven de la Luna, con un impacto que ocurrió hace unos 100 millones de años.
Por otro lado, Clavius es una enorme formación en las tierras altas del sur de la Luna. Con unos impresionantes 225 kilómetros de diámetro, es un gran cráter del tipo llamado "llanura amurallada". Se cree que Clavius tiene alrededor de 4 mil millones de años, lo que lo convierte en una de las formaciones más antiguas de la Luna. A pesar de su edad, Clavius es fácilmente identificable debido a su tamaño y forma distintiva. Este cráter es especialmente prominente durante ciertas fases lunares, cuando está completamente lleno de sombra y se ve como una muesca distintiva en el terminador.
El relieve interior de Clavius es muy complejo y sugiere una historia geológica interesante. Comenzando con Rutherford, una serie de cráteres de tamaño decreciente forman un arco a través del suelo de Clavius, indicando una posible formación en grupo o en serie de impactos. Sin embargo, la disposición de los cráteres dentro de Clavius ha desconcertado a los astrónomos, y la opinión oficial es que es puramente casual. Mientras que algunos cráteres muestran signos de no tener la misma edad, otros, como Rutherfurd, parecen haber sido creados por impactos de ángulo oblicuo, lo que sugiere una historia geológica más compleja para Clavius.
North, G. (2001). Observing the Moon: The Modern Astronomer's Guide.
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