Luna creciente. Iluminada 16%. Mare Crisium

La Luna se encuentra en una etapa temprana de su ciclo. La fase creciente ocurre después de la Luna nueva, cuando empieza a crecer en el cielo nocturno. Durante esta fase, podemos observar una pequeña porción de la Luna iluminada por el Sol. En este caso, la Luna está visible en un 16%, lo que significa que solo una pequeña parte de su superficie está reflejando la luz solar. Esta parte iluminada se ve como una delgada hoz en el cielo. La Luna tiene una edad de 3,4 días desde la Luna nueva, lo que indica que han transcurrido 3,4 días desde que estuvo completamente oscura y comenzó a crecer nuevamente.


La Luna se encuentra en una etapa temprana de su ciclo. La fase creciente ocurre después de la Luna nueva, cuando empieza a crecer en el cielo nocturno. Durante esta fase, podemos observar una pequeña porción de la Luna iluminada por el Sol. En este caso, la Luna está visible en un 16%, lo que significa que solo una pequeña parte de su superficie está reflejando la luz solar. Esta parte iluminada se ve como una delgada hoz en el cielo. La Luna tiene una edad de 3,4 días desde la Luna nueva, lo que indica que han transcurrido 3,4 días desde que estuvo completamente oscura y comenzó a crecer nuevamente.

En la región norte se encuentra Endymion, un cráter de 125 km de diámetro con un fondo plano de lava oscura y paredes que alcanzan una altura de 4.600 m. En una versión del mito del bello Endymion, Selene lo sumerge en un sueño eterno para poder visitarlo y disfrutar de su compañía cada noche. Selene no puede soportar la idea de que Endymion envejezca y muera, por lo que lo convierte en un ser inmortal, aunque solo sea en el estado de sueño.

Descendiendo hacia el ecuador lunar, se encuentran varios cráteres en progresión de tamaños: Messala, Geminus y Burckhardt, con diámetros de 125 km, 85 km y 55 km respectivamente. Cleomedes, de 126 km de ancho y 3 mil metros de profundidad, posee un fondo llano con algunas formaciones.

Destaca Mare Crisium, que parece completamente circular pero es solo un efecto óptico. Mide aproximadamente 570 km de norte a sur y 620 km de este a oeste. Rodeado por restos de una pared de un antiguo cráter, con una altura de 3000 metros, este mar lunar compuesto por lava solidificada presenta una dorsal visible en el borde Este debido a su enfriamiento. Además, la lava rellenó antiguos cráteres internos, originando cráteres "fantasma". Posteriormente, algunos meteoritos produjeron nuevos cráteres visibles en la actualidad.

Más allá del ecuador, se distinguen dos cráteres con formas casi perfectas: Langrenus y Vendelinus. Ambos presentan formas circulares y paredes bien conservadas, evidenciando una formación relativamente reciente. Langrenus cuenta con escarpadas vertientes que terminan en una muralla interior en forma de terraza, de una altura de 2.600 m. En su centro se eleva un macizo montañoso formado por dos picos de unos 1000 m. Vendelinus es un cráter de unos 150 km de diámetro, más antiguo que su compañero. Las murallas de Vendelinus se elevan escasamente hasta los 1000 m.

Continuando el recorrido, se encuentra Petavius, un cráter gigante de 180 km de diámetro. A su lado, se observa Vallis Palitzsch, un valle extenso y sinuoso que se extiende por cientos de kilómetros. Este valle pudo haber sido formado por fuerzas tectónicas que deformaron la superficie lunar.

El circo de Petavius tiene una anchura de 177 km y está rodeado de murallas caóticas. Llama la atención el fondo central formado por un macizo montañoso de 30 km de longitud que alberga 5 picos, el más alto de los cuales alcanza los 1700 m.

Al sur de Petavius se encuentra una pareja de cráteres: Snellius y Stevinus. Snellius, con 83 km de diámetro y un fondo irregular, es un ejemplo de la violencia de los impactos que formaron la Luna. Stevinus, de 75 km de diámetro, presenta terrazas y una montaña central, características típicas de cráteres de impacto.

Finalmente, se encuentra Furnerius, un cráter de 120 km de diámetro que presenta una hendidura y numerosos cratercillos en su interior, indicativos de eventos de impacto posteriores a su formación original.

Referencia: Descubrir la Luna de Jean Lacroux y Christian Legrand. 

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