Galaxia del Remolino _SW80ED _ ZWO ASI533MC Pro _490LIGHTS _ 60.00 _1x1 _ 150 _ -9.90 _2024-02-16
Hoy les traigo una imagen que nunca deja de impresionar: una de las galaxias más conocidas y fotogénicas para cualquier astrofotógrafo.
Las galaxias no son islas aisladas en el cosmos, sino que interactúan constantemente entre sí. Estas interacciones, impulsadas por la fuerza gravitatoria, juegan un papel crucial en la evolución de las galaxias, dando lugar a estallidos de formación estelar, distorsiones morfológicas e incluso fusiones galácticas. M51, un sistema que comprende las galaxias espirales M51a (Galaxia Remolino) y NGC 5195, ofrece un caso de estudio ejemplar para explorar los efectos de las interacciones galácticas sobre el polvo cósmico.
Los brazos espirales de la Galaxia Remolino (M51+NGC 5195), trazados por estrellas jóvenes y brillantes, se arremolinan alrededor de un núcleo central amarillento, hogar de estrellas más antiguas. A primera vista, podría parecer que esta galaxia está jalando del brazo de la Remolino, creando una ilusión de movimiento. Sin embargo, la aguda visión del Hubble nos revela la verdadera naturaleza de este encuentro galáctico. NGC 5195 no está jalando a su vecina, sino que está pasando detrás de ella, a lo largo de los últimos cientos de millones de años.
A medida que NGC 5195 se desliza a través de M51, su atracción gravitacional actúa como una mano invisible, generando ondas en el disco plano de la galaxia anfitriona. Estas ondas, similares a las que se forman en un estanque al lanzar una piedra, recorren el disco, comprimiendo el material gaseoso que encuentran a su paso, principalmente a lo largo del borde interior de cada brazo espiral. Este gas comprimido, representado por las nubes oscuras y polvorientas que salpican la imagen, se ve obligado a colapsar bajo su propio peso, dando lugar a una estela de formación estelar. Las regiones de color rosa brillante en la imagen marcan estas zonas de intensa actividad estelar, donde nacen nuevas estrellas a un ritmo acelerado. Las estrellas jóvenes, con su energía radiante y vientos estelares huracanados, barren los capullos de polvo que las rodeaban en sus inicios. Estas explosiones estelares, conocidas como supernovas, esculpen su entorno, liberando material enriquecido que alimenta la formación de nuevas generaciones de estrellas. De este caos emergen cúmulos de estrellas azules brillantes, iluminando los brazos del Remolino como faros en la niebla.
NGC 5195 calienta el polvo de M51 su vecina. análisis revelan que la población estelar joven de M51a es la principal responsable de calentar el polvo. Estas estrellas masivas y brillantes emiten una gran cantidad de energía radiante, que es absorbida por el polvo y convertida en calor. Sin embargo, la población estelar más antigua de M51a también juega un papel importante. Aunque estas estrellas son menos luminosas, su número considerable contribuye significativamente al calentamiento del polvo. La luz de NGC 5195, la compañera de M51, también contribuye al calentamiento del polvo de su vecina. Este efecto es especialmente notable en las zonas menos densas del disco de M51, donde la luz de las estrellas puede propagarse con mayor facilidad.
La temperatura del polvo no es uniforme en las galaxias. En M51, el polvo es más caliente en el centro y más frío en los bordes. Esto se debe a que la densidad del polvo es mayor en el centro, lo que hace que absorba más energía radiante y aumente su temperatura. Contrariamente a la creencia popular, las galaxias no se dividen en dos grupos distintos: aquellas con formación estelar activa y aquellas sin ella. En cambio, las galaxias forman un continuo en función de su tasa de formación estelar y sus propiedades intrínsecas.
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