El papel de Sharpless2-157 en el estudio de las estrellas gigantes






Las estrellas más masivas de nuestra galaxia, aquellas con masas superiores a ocho veces la del Sol, no nacen de la misma manera que sus hermanas más pequeñas. Aquí exploramos los procesos y las condiciones que permiten la formación de estas gigantes cósmicas.

En las nubes moleculares, las estrellas pequeñas nacen a través del colapso gravitatorio gradual de un globo de gas. Este proceso libera calor y luz, dando lugar a una estrella recién nacida. Sin embargo, para las estrellas gigantes, el proceso es más complejo debido a su tamaño y la radiación intensa que emiten.

Las estrellas gigantes emiten una radiación tan intensa que esta presión de radiación empuja hacia afuera, impidiendo que el gas se acumule lo suficiente para crear una estrella por medios tradicionales. La turbulencia en las nubes moleculares contrarresta esta presión. Los remolinos y movimientos caóticos del gas permiten que la materia se concentre, superando la presión de radiación y permitiendo la formación de estrellas masivas.

Las estrellas gigantes nacen en cúmulos estelares masivos, que pueden albergar miles o millones de estrellas. Estos cúmulos son los lugares donde se encuentran las estrellas más grandes y brillantes de nuestra galaxia. La formación en cúmulos proporciona un entorno denso y dinámico, ideal para la formación de estrellas masivas.

Estudiar las estrellas gigantes es un desafío debido a su rareza y su entorno lleno de gas y polvo. Los astrónomos utilizan telescopios que observan en diferentes longitudes de onda, desde la luz visible hasta las ondas de radio, para penetrar estas nubes densas y estudiar los procesos de formación.

La región de formación de estrellas masivas Sharpless 2-157 (Sh2-157B) es crucial para el estudio de las estrellas gigantes. Esta región nos ofrece una vista única del nacimiento y evolución de estas estrellas colosales en un entorno cercano y bien estudiado.

1. Variedad de Estados Evolutivos: Sh2-157B presenta una amplia gama de estados evolutivos protoestelares, desde núcleos sin estrellas hasta estrellas masivas recién formadas. Esto sugiere que la formación de estrellas gigantes no es un proceso único y sincronizado, sino gradual y continuo.
2. Distribución Espacial: La distribución de diferentes etapas evolutivas dentro de Sh2-157B indica que la formación de estrellas no ocurre simultáneamente en todo el cúmulo. Las estrellas más jóvenes se encuentran cerca de la fuente ionizante central, mientras que las más maduras se ubican en las regiones exteriores.
3. Estructura del Cúmulo: La disposición lineal de las fuentes protoestelares sugiere que la estructura del cúmulo influye en la formación estelar. El colapso del cúmulo podría haber desencadenado la formación de estrellas a lo largo de estas estructuras preexistentes.

Las observaciones de Sh2-157B desafían la idea tradicional de que las estrellas gigantes se forman de manera instantánea y aislada. Revelan que la formación de estrellas gigantes es un proceso complejo y prolongado, que involucra la interacción de múltiples estrellas en un entorno denso y dinámico. Estos hallazgos proporcionan una comprensión más profunda de los mecanismos que rigen la formación estelar en nuestra galaxia y destacan la importancia de estudiar regiones como Sh2-157B para desentrañar los misterios del universo.

En resumen, la formación de estrellas gigantes es un fenómeno fascinante y complejo, donde la turbulencia, los cúmulos estelares y las estructuras del cúmulo desempeñan roles cruciales. Estudios detallados de regiones como Sh2-157B son esenciales para comprender plenamente estos procesos.

Referencia: Chen, C.-C., Williams, J. P., & Pandian, J. D. (2012). Regiones H II, protoestrellas incorporadas y núcleos sin estrellas en Sharpless 2-157. The Astrophysical Journal, 752(2), 102. https://doi.org/10.1088/0004-637X/752/2/102

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