
Imagina una ciudad bulliciosa, con calles llenas de vida y un centro repleto de luces brillantes. Eso es, en muchos aspectos, un cúmulo estelar. Cada uno es como una ciudad cósmica: algunas son compactas, otras más dispersas, pero todas tienen algo único que contar sobre su historia y evolución. Hoy, vamos a explorar el cúmulo NGC 7788, y conoceremos su estructura y características.
Este cúmulo estelar, como una ciudad con un centro luminoso, presenta un núcleo denso y brillante, lleno de estrellas jóvenes que resplandecen con fuerza. El núcleo de NGC 7788 es pequeño, de apenas 0,1 parsecs de radio, pero en él se concentran las estrellas más jóvenes y brillantes, que iluminan el espacio a su alrededor.
Pero, como toda ciudad, el NGC 7788 no solo se concentra en su centro. A su alrededor se extiende un halo, un espacio mucho más amplio y disperso lleno de estrellas más viejas, más tenues. Este halo de estrellas nos da pistas sobre la evolución del cúmulo: cuando el gas original de la nube molecular que formó el cúmulo se dispersó, el cúmulo comenzó a expandirse y a formar esta región periférica más extensa.
Los astrónomos, como detectives del universo, han desvelado esta estructura utilizando herramientas estadísticas avanzadas. Al observar las distancias entre las estrellas y cómo se distribuyen en el espacio, descubrieron el núcleo compacto y que, a medida que nos alejamos de él, el halo se extiende de manera más difusa. Una imagen más clara de cómo las estrellas se agrupan y se separan a lo largo de su historia.
Esta estructura no solo es interesante por su forma, sino también por su historia. NGC 7788 parece haber sufrido una pérdida temprana de gas, causado por los vientos y radiación de sus estrellas masivas. Este gas, que en sus primeras fases fue parte de la nube original del cúmulo, fue expulsado por las poderosas fuerzas de estas estrellas, dando paso a la expansión y la creación de ese halo estelar tan característico.
Pero eso no es todo. El análisis del cúmulo también reveló algo sorprendente: el cúmulo está más lejos de lo que pensábamos. La distancia al NGC 7788 se había subestimado anteriormente, y este nuevo cálculo abre una ventana a nuevas observaciones sobre su relación con otros cúmulos en su vecindad galáctica.
También descubrimos que el enrojecimiento de NGC 7788, un fenómeno donde el polvo interestelar dispersa la luz azul y tiñe las estrellas de un tono rojizo, es mucho más pronunciado de lo que se pensaba. Esto sugiere que el polvo en su entorno es mucho más denso, lo que cambia nuestra percepción sobre las condiciones que han influido en su evolución.
Es interesante entender cómo los astrónomos determinan la edad de NGC 7788. Utilizando un diagrama color-magnitud (CMD), los investigadores pueden identificar las estrellas jóvenes y viejas del cúmulo, y encontrar el “punto de inflexión” que nos dice cuántos años tiene el cúmulo. Este punto, conocido como MSTO (Main Sequence Turn-Off), es clave para entender la historia del cúmulo.
Al analizar NGC 7788, hemos descubierto más que una simple acumulación de estrellas. Este cúmulo nos cuenta una historia de formación y evolución de sus estrellas. Lo que parecía ser un cúmulo común, se revela como un escenario dinámico. Al explorar el NGC 7788, no solo entendemos cómo nacen y evolucionan los cúmulos estelares, sino que nos acercamos a entender lo que la fotografía nos muestra.
NGC 7788 es solo una de las muchas sorpresas que el cosmos tiene reservadas para nosotros. ¿Qué otras maravillas estelares nos esperan en las próximas fotografías? Espero que me sigas en las siguientes historias bajo las estrellas.
Referencia: Davidge, T. J. (2012). The young open clusters King 12, NGC 7788, and NGC 7790: Pre-main-sequence stars and extended stellar halos. The Astrophysical Journal, 761(2), 155. doi:10.1088/0004-637X/761/2/155
Comentarios