Bajo las estrellas...
...hay lugares donde la luz se detiene.
Donde el fulgor de las estrellas tropieza con algo más antiguo, más denso, más misterioso.
Y ese algo... es sombra.
Es materia que no emite... pero que está.
Hoy, vamos a hablar de una de esas sombras cósmicas.
Un fragmento de oscuridad con nombre propio.
Una nebulosa oscura... en la constelación de Ofiuco.
Una cuna invisible de estrellas por nacer.
Un secreto en el cielo.
Nos encontramos al sur de Ofiuco, donde la Vía Láctea serpentea majestuosa.
Allí, entre el fulgor estelar, aparece... la ausencia.
Un trazo oscuro.
Un silencio visual.
Barnard 63 no brilla.
No resplandece.
Pero se deja ver... como el hueco en una sinfonía luminosa.
Es parte de una figura mayor: el Caballo Oscuro,
una silueta dibujada no con luz... sino con lo que la bloquea.
Edward Emerson Barnard, ese cartógrafo de la sombra, la catalogó en 1927.
La llamó B63.
Y al hacerlo... le dio voz a lo invisible.
Lo que parece un velo inerte... es, en realidad, un útero cósmico.
Una región fría, densa, cargada de moléculas:
hidrógeno molecular, monóxido de carbono, amoníaco...
Allí dentro,
el tiempo se suspende.
La presión aumenta.
Y poco a poco...
la gravedad comienza su obra.
Barnard 63 es un rincón donde las estrellas aún no existen…
pero ya están soñando con nacer.
Desde la Tierra, la observamos con humildes instrumentos.
Telescopios de gran campo.
Pero no veremos luz.
Veremos una ausencia.
Una herida negra sobre el fondo de la Vía Láctea.
En cielos realmente oscuros, lejos del bullicio de las ciudades,
aparece la silueta:
como si alguien hubiera pasado el dedo por una pintura de estrellas y dejara un rastro.
Barnard 63...
no se muestra.
Se insinúa.
B63 no está sola.
A su lado, otras sombras: B67a, B72, B75...
Juntas forman la figura majestuosa del Caballo Oscuro,
una criatura mitológica trazada en negativo,
que galopa entre las constelaciones sin emitir un solo destello.
Es un caballo de polvo y silencio.
Y su huella...
es eterna.
✨ Epílogo
En este universo inmenso y resplandeciente...
no todo lo importante brilla.
Barnard 63 nos recuerda que hay belleza en la sombra.
Que hay fuerza en lo que calla.
Y que, a veces, para entender el todo...
tenemos que mirar donde parece que no hay nada.
"Las estrellas nacen en la oscuridad...
Y nosotros, al mirarla, también renacemos un poco."
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